El 18 de septiembre se celebró por primera
vez en 1810, que originalmente se
celebraba el 12 de febrero. Bernardo O Higgins declaro oficialmente ésta
fecha que hasta el día de hoy se
festeja.
En
sus comienzo las fiestas patrias eran celebradas por los más acaudalados de la
comarca, es así que en los grandes
salones se bailaba la cueca donde las
damas agitaban sus pañuelos al son de las arpas y guitarras, en cambio
los pobres de la naciente ciudad esperaban
que terminara el evento en espera de la comida sobrante.
El
18 de septiembre de 1812 José Miguel Carrera, presidente de la Junta
gubernativa, decidió aplazar el festejo nacional para el 30 de septiembre a
raíz de serios problemas que se habían suscitado en su mandato, además
demostrar la cohesión que tenia con un
grupo mayoritario de patriotas
Él
esperaba que la fiesta nacional fuera con mucha dedicación, ya que estaba presente en Chile el Cónsul de Estados
Unidos Mr. Poinsett, quién debía de proveer
de fusiles y cañones norteamericanos a los patriotas, por tanto Carrera decidió hacer un programa que
contemplara mucha ostentación para deslumbrar a la ilustre visita.
Esta
mega celebración se dio a contar del 25 de septiembre en dónde el Gobierno
decreto tres días de iluminación y alegrías generales, siendo el tercer día
donde la Casa de Moneda se ilumino
completamente, además se ordeno embanderamiento general, pero fueron pocas las
casas que concretaron el izamiento de la bandera de color blanco, azul,
amarillo, ya que no había una gran
cantidad de género en el comercio.
El
día 30 la ciudad de Santiago fue despertada por una salva de 31 cañonazos e
izamiento de banderas en la Plaza de Armas, la Moneda y el Cerro Santa Lucia sin embargo, en el sarao de la Moneda no
tuvo la concurrencia esperada, ya que durante el día corrió el rumor que en
Concepción había estallado la revolución.
El
baile comenzó con una contradanza general cuyo
salón de 47 varas fue adornado con figuras de plata entre candelabros,
muebles vargueños, sofás y cortinas de terciopelo y una gran mesa en forma de
media luna se ofrecían a las damas y caballeros en delicados cristales y
locería las más variadas especies de dulces,
vinos, helados, frutas, rosolíes y mistelas muy propia de aquella época.
Los
brindis comenzaron a las dos de la madrugada en el salón de ramilletes siendo
él primero en brindar Fray Camilo
Henríquez, finalizando con una
octavilla real ( estrofas de 8 versos).
Cerca
de las seis de la mañana bailaban todavía las últimas parejas, a esa hora
ingresaron al salón de la cena mucha gente plebeya que había permanecido toda
la noche en la plazuela contemplando el espectáculo y en espera de las sobra de comida como era la costumbre en las fiestas de los más adinerados de la época.
La
junta de vecinos organizaba las actividades
en conjunto con los pobladores, convocando previamente a una reunión la
escuela mixta nº30 donde se reunían clubes deportivos, los centros de madres, la
comunidad cristiana, el centro
de padres y los delegados de los
departamentos y casas. En la población la festividad era todo un
acontecimiento, los vecinos con
anticipación comenzaban a pintar las fachadas de las casas, para posteriormente
colocar un mástil pintado de blanco ubicando la bandera chilena.
Los
permisos para realizar las clásicas
fondas eran otorgados con anticipación por la unidad vecinal, una de las
exigencia que los dirigentes solicitaban era una carta con cuatro copias,
además con previo aviso a la municipalidad de San Miguel. Estas tradicionales ramadas en el sector, eran
organizados por la parroquia San Mateo, el club deportivo Juventud Católica,
Centro de madres María Paz, Defensor Arauco, Villa San Joaquín y la Junta de Vecinos.
En el año 1976 todas las fondas se ubicaron en el frontis de la Junta de Vecinos la idea era tener mayor control de parte de carabineros concentrando las ramadas en un solo lugar.
En el año 1976 todas las fondas se ubicaron en el frontis de la Junta de Vecinos la idea era tener mayor control de parte de carabineros concentrando las ramadas en un solo lugar.
En
relación con las fondas eran bien humildes, pero sin perder la
identidad patriótica, sin embargo con nombres muy sugerentes o divertidos como la "tula loca"
El
aspecto físico de las mismas consistía
en: armar un cuadrado de madera forrada con telas, maderas u otros elementos que no permitiera pasar el frió, la entrada era
adornado con varas de palmeras sacadas del parque CORVI, al interior de
éstas se observaban tiras de papel tricolor que semejaban guirnaldas realizadas
por los propios organizadores y en la tarima se contemplaba generalmente una
gran bandera Chilena.
Los
dirigentes inauguraban y recorrían las
fondas el día 17 de septiembre con una comitiva para posteriormente definir y
premiar la mejor ramada, en ese año
recayó el primer lugar en el club deportivo Villa San Joaquín y segundo lugar
Parroquia San Mateo.
El
día 18 a las 8:30 horas estaba contemplada el izamiento de bandera en el pabellón de la Junta de Vecinos, casas
y en todas las plazas pública de la población San Joaquín, quién no colocase la bandera era denunciado y posteriormente
multado.
En
relación con lo gastronómico, eran las mujeres que cocinaban las empanadas
“calduas”, cómo así también las prietas con papas doradas, las patitas de
chancho que eran conseguidas en el matadero Franklin.
El
bebestible era embotellado en el
tradicional chuico, dama Juana o garrafa (botellón de vidrio recubierto
en mimbre cuya capacidad era de 5 y 15
litros respectivamente) dónde se
conservaba la chicha o el buen vino, en cambio el cola de mono era hecho con
aguardiente, leche, café azúcar y otras especies, para posteriormente ser
embotellado para lo ocasión.
El
día 18 de septiembre a contar de las 11:00 de la mañana, la Junta de
vecinos daba comienzo a las clásicas
competencias organizadas por cuadras y block, siendo costumbre de los mayores
jugaran a la rayuela, en cambio los niños realizaban juegos cómo ensacado, el
palo encebado y mordiendo la manzana, una de estas actividades se llevó a cabo
en la calle Quirihue esquina Armando Lira.
En
los sitios eriazos y plazas se realizaban las competencias de volantines con hilo
curado, que más de una vez produjo un
accidente. En relación con ésta práctica eran los propios vecinos realizaban
estas tareas atando el hilo de árbol a árbol impregnado el filamento con
vidrio molido y cola caliente esperaban qué se secara y posteriormente lo
enrollaban usándolo en las competencias.
En
estas mismas actividades los dirigentes se encargaba de repartir las bolsas de papel craf conteniendo en su interior: dulces, manzanas o naranjas, más
la clásica banderita de papel
tricolor.
En
las fiestas patrias de antaño era importante la tenida, siendo la ocasión para
lucir nuevos zapatos o un nuevo vestido en las niñas.
En
relación a los adultos, también solían preocuparse de la vestimenta sobre todo
para salir en la noche lo más elegante posible a las fondas locales de la
población o la que se llevaba a cabo en el estadio municipal de San Miguel
ubicado en la comuna actualmente, en
otros casos se visitaba las fondas de la Quinta Normal o se participaba de las
ramadas instaladas en Gran Avenida desde el paradero 3 al 7.
Una
de las ramadas que los vecinos recuerdan con nostalgia, era aquella que se
realizaba en la calle Thomas Somercales a un costado de la Plaza Palestro. La Sra. Fresia era quién la organizaba porqué ella era dueña de la botillería y que a veces funcionaba como
restaurante ubicada justamente en ese lugar.
Esta misma comerciante se encargaba de traer la chicha de San Javier en
barriles de madera y además preparaba las empanadas más exquisitas del lugar según cuentan los vecinos. Actualmente la Sra. Fresia siegue viviendo en el
sector, pero su local fue terminado hace más de 20 años, sólo queda la nostalgia de una
cortina metálica y un antiguo anuncio de cigarros Hilton, adherido a su
muralla.
La
parada militar se remonta desde 1832, las primeras revisiones militares eran
ubicadas en el barrio Yungay, posteriormente se trasladaron a la pampilla
sector ubicado lo que fuese posteriormente el parque Causiño hoy Parque O
Higgins.
Estas
se celebraban el día 18 de septiembre,
fue él Presidente Ramón Barros Lucos
(1915) cambio la parada militar para el día 19 decretándola como el día de
las Glorias del Ejército.
Para
los pobladores de San Joaquín, era un panorama imperdible por la cercanía que
hay desde la población al parque y por una gran cantidad de familias que
pertenecían a las fuerzas armadas en
aquellos años. Hasta ese lugar llegaban familias completas a ver a sus
familiares que marchaban al más estilo prusiano al son de las bandas de
músicos militares, en cambio otros pobladores que vivían en departamentos
aprovechaban de realizar un apetitoso asado a la chilena.
¿Que
pasó el 18 de septiembre de 1973?
Las
celebraciones se vieron alteradas tras el golpe de estado producido pocos días
antes, además se había instaurado el
toque de queda que no permitía aglomeraciones de personas y se aplicó un
horario restringido para transitar por
las calles del país. En cambio la dictadura militar de igual manera realizó el
Tedeum participando la mayoría de los generales golpistas y políticos que
habían apoyado el golpe entre ellos estaban: Jorge Alessandri y Eduardo Frey
Montalva.
Al
año siguiente las fondas funcionaron en la Quinta. Normal entre Av. Las Palmeras y frontis del museo Histórico Nacional entre los días 17 y 19 de septiembre. La subasta de ubicación fue el 29 de agosto y estaba a cargo de la tercera zona de aseo, quien remato los terrenos para 17 fondas, 16 ramadas y 70 locales. Las festividades fueron inauguradas por el alcalde de Santiago; el 18 del mismo mes la institucionalidad
incluyo un acto popular realizado en la Casa Colorada y en la Plaza de Armas,
organizado por Germàn Becker y transmitido por los canales de televisión 7 y
13.
En
el Parque OHiggins y en el Hipódromo de Chile se llevaron a cabo actos
folclóricos simultáneos con el apoyo de la Dirección General de Extensión
Cultural y Artística, Teatro Municipal y la Secretaria Nacional de la Juventud.
El
día 19 de septiembre a las unidades vecinales les fueron entregadas invitaciones donde los pobladores participaran de
funciones gratuitas para ir al circo y
cines cercanos a su comuna. Esta
celebración culmino el día 26 de septiembre con una función de gala de la opera
La Traviata en el Teatro Municipal, a la que asistió la plana mayor del
ejercito encabezado por el dictador Augusto Pinochet.
Para
finalizar, hemos concluido que estas tradiciones se fueron perdiendo con el
paso de los años en la población San
Joaquín producto del individualismo y atomización en la cual vivimos, pero en
el año 2012 un grupo de pobladores del sector Belén con mucho esfuerzo y
remembranzas realizaron actividades significativas para los niños de ese
sector, tomando las costumbres de antaño que en algún momentos de sus vidas
fueron los protagonistas.
Fondas Estadio Nacional 1970
Extracto del Radio Teatro
Voces con Historia de la población San Joaquín
Fuente:
Archivo
Nacional
Aurelio
Dìaz
Adela Vargas
Adela Vargas
Fotos:
WEB